San José Las Flores, El Salvador.

San José Las Flores, El Salvador.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Cuando el Norte depende del Sur ||HOME||

"La vida, este milagro en el universo, empezó hace aproximadamente 4.000 millones de años. Y nosotros, los humanos, solo existimos desde hace 200 mil años. Sin embargo, hemos logrado trastornar este equilibrio tan esencial para la vida..."



Así empieza HOME, un documental sublime que no podéis dejar pasar si queréis saber donde vivimos y si os preocupa lo más mínimo entender hacia donde se dirige todo esto. Un documental sobre el impacto de la humanidad en el mundo que muestra la enorme riqueza de nuestro planeta, la belleza y la diversidad de la vida en la Tierra que, debido a la desmesurada actividad del ser humano, sufre una amenaza palpable allá donde miremos. El problema es el de siempre, y es que no empezaremos a actuar hasta que se nos evapore la sesera debido al calor, hasta que veamos que el oro del futuro no serán los minerales preciosos ni el petróleo, sino todo lo que tenga que ver con recursos tan básico para la humanidad como la tierra fértil o el agua potable... Aunque pensándolo bien, y sabiendo como suelen hacerlo los de arriba, "al mundo soñado no le irá mejor. No será más que un conglomerado de leyes y resoluciones que intentarán disfrazar de armonía las contradicciones que se multiplican". -Vídeo: Historia de América Latina-.

Por supuesto que esto último no es del todo cierto, será así si no actuamos todos al unísono. Porque debemos empezar a entender ya que vivimos en un mundo global e interdependiente con unos recursos limitados donde todo está relacionado. Podríamos entender esto si, tal y como dice José T. Esquinas Alcázar (vídeo adjunto abajo), asimilamos de una vez por todas que "vivimos en un planetita pequeño y que lo que ocurra en cualquier rincón afecta a todos. Si la tierra es como una nave y falla el ala, al final todos vamos a pique".



Haciendo hincapié en que todo afecta a todos, me gustaría poneros un ejemplo que para esta entrada y este blog, viene como anillo al dedo. Resulta que en El Salvador hay únicamente dos estaciones: Verano -noviembre / abril- (época seca) e Invierno -mayo / octubre- (temporada de lluvias). Al menos así era, pero no creo que esas fechas coincidan ahora... ¿Qué acarrea esto? Pues un desequilibrio muy serio si tenemos en cuenta que por ejemplo en San José las Flores todas las familias subsisten gracias a la agricultura. Y como una imagen vale más que mil palabras, a continuación os dejo dos milpas (plantación de maíz) para que vosotros mismos comparéis.

Las tierras de cultivo están distribuidas por los cerros
Así debería ser una buena mazorca con lluvia constante
Así eran la mayoría de mazorcas, producto de
unas lluvias esporádicas y escasas

¿Es la Tierra una herencia de nuestros padres o un préstamo para nuestros hijos? ¿Somos nosotros parte del problema? ¿Cómo es posible que tengamos epidemias simultáneas de obesidad y hambruna? ¿Consideran que no vale la pena luchar, que está todo perdido? Estas y muchas otras más eran las cuestiones que discutíamos después de los visionados en las clases de computación. Y es que si hoy estamos haciendo esta pequeña reflexión a través del blog es para hacer alusión también a algunos de los temas que en la escuela debatíamos con los estudiantes. Curioso, ¿verdad? Me refiero a precisamente estar trabajando esto en un país que, mira tú por dónde, se encuentra entre los afectados por el "Norte"...

Hablando de visionados, otro recurso que funcionó estupendamente fue la película de Avatar, de James Cameron, metáfora de nuestra crisis ecológica. Para aquellos que no la hayan visto sin duda la recomendamos, pues en ella queda reflejada a la perfección la feroz ambición de los humanos dispuestos a la más brutal depredación de la naturaleza por conseguir un mineral precioso que, como siempre, conlleva enormes beneficios económicos. Además del trasfondo del mensaje, de esa conexión con todo ser que nos rodea, el alumnado estaba inmerso en la peli, pues cada vez que la veíamos ellos mismos se convertían en avatares, de modo que entendían esa filosofía de vida que, en definitiva, está inspirada en los pueblos originarios del Nuevo Mundo, América.



Y bueno, teniendo siempre en mente que somos CIUDADANOS DE UN MUNDO, me gustaría terminar citando a Eduardo Galeano, porque aún no es tarde para ser optimistas si nos creemos que "mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo".

* Reflexión final: ¡Mafalda!



Salud pues!!