Gracias a SOLMAN -Solidaridad Manchega con los Pueblos del Tercer Mundo-, una ONGD de Ciudad Real, España, tendremos la oportunidad de estar 8 meses en San José Las Flores (El Salvador) cooperando con toda una comunidad.
Hace unas 3 semanas vimos que mucha gente se
acercaba a nuestro municipio (San José Las Flores) para llevarse unos sacos. No
sabíamos que era y nos tuvimos que informar...
Resulta que el FMLN (Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional), que es el partido, de izquierdas, que gobierna a nivel
nacional en El Salvador, está repartiendo desde el Ministerio de Agricultura y
Ganadería un saco de fertilizante y otro de maíz a muchas familias
desfavorecidas, y es que en mayo comienzan las lluvias y por tanto la época de
siembra. Es por ello que el gobierno, a nivel de todo el país, ofrece esta ayuda para
apoyar a aquellas familias con menos recursos. De hecho, no sólo se les ofrece
maíz, sino que a finales de julio se reparten semillas de frijol porque en
agosto comienza la siembra de éste.
Cómo se puede apreciar en las fotos, muchos vinieron de los alrededores y tuvieron que llevarse sus sacos en camionetas.
Mientras tanto, son muchas las personas que aprovecharon y montaron sus pequeños chiringuitos para vender alguna que otra cosa. La magia de las buhoneras Salvadoreñas!
Lo tenían todo perfectamente planificado para hacer el reparto.
La gente hacía cola a las afueras de un almacén donde tenían organizado el maíz por un lado y el fertilizante por otro. Cuando te llegaba el turno, pasabas dentro del recinto y enseñabas al personal que estaba trabajando tu Documento Único de Identidad (DUI de El Salvador), de tal forma que éstos te buscaban en la base de datos y te daban permiso para entrar a recoger tu parte de la ayuda.
Hemos estado hablando con algunos ciudadanos y nos hemos
dado cuenta de que son grandes las iniciativas sociales que lleva a cabo este
gobierno. Sería conveniente que algunos políticos españoles captaran algo de
idea. Esperemos que con el batacazo que se ha llevado el bipartidismo la situación mejore un poco, porque por ahora está jodida...
* Es interesante saber, para quien no lo sepa ya, que el FMLN
se fundó a raíz de las guerrillas que lucharon en la guerra civil salvadoreña
que tuvo lugar entre 1980 y 1992, aunque el país vivió un ambiente de crisis
política social desde 1970.
Buenas noches (hora Salvadoreña), hoy os queremos contar que
es lo que hacemos fuera de nuestro horario escolar, pues ya llevamos un mes
desarrollando un par de talleres en el pueblo. ¡Vais a ver los buenos ratos que
pasamos acompañados de estudiantes y otros jóvenes de la comunidad!
Empezamos con el Club de Natación. Éste surge a raíz de que
el 95% de la población no sabe nadar, más que nada porque le tienen mucho miedo
al agua... De hecho, son los mayores los que transmiten ese temor a los
pequeños. Esto lo sabemos porque ya hemos visto más de una vez que algunos
pequeños quieren lanzarse al agua e intentar nadar pero son los padres los que,
en vez de motivarlos y ayudarlos, les dicen: "no hijo, ten cuidado que te
puedes ahogar. Mejor ve a la zona baja". Así que, visto lo visto y después
de hablar con la escuela y la alcaldía, decidimos programar 3 horas de natación
los jueves por la mañana para enseñar a los grados que tienen clase por la
tarde (desde quinto hasta noveno), en las piscinas del "Turicentro Río Sumpul".
Quedamos a las 8 de la mañana para que nos recoja el carro
de la alcaldía y mientras vamos de camino, aprovechamos el viaje para terminar
de despertarnos disfrutando del entorno, platicando con los chavales, haciendo
fotos, etc, etc.
Una vez que llegamos al turicentro, dejamos todas las cosas
juntas y empezamos con los juegos de calentamiento en las piscinas más pequeñas.
Normalmente los inventamos nosotros y ayudan a que todos empecemos a mover el
esqueleto mientras despertamos el cuerpo.
Después de terminar con estos juegos, con los que
normalmente estamos unos 20/30 minutos, pasamos a la piscina grande para seguir
con otras dinámicas, pero esta vez están más relacionadas con la natación.
Bueno, y una vez terminamos con los juego-calentamientos,
pasamos a dividir al grupo en los 3 niveles (bajo, medio, avanzado) en los que
los hemos organizado. Los niveles 1 y 2 están conmigo, y el nivel 3 se va con
Sergio.
Con los niveles medio-bajo estamos empezando a trabajar técnicas
básicas de natación como puede ser aprender a flotar, empezar a dar la patada
de nado correctamente, hacerse el muerto... pero sobre todo, tratamos de que
todos pierdan el miedo al agua, ya que algunos de ellos tienen pánico y no se
relajan absolutamente nada. Cabe decir que esto era la primera semana, pues
ahorita sí que se nota que se van soltando más y poco a poco se sienten mucho
más seguros.
Por otro lado, Sergio trabaja con los que más o menos se
manejan en el agua pero cuyo mayor temor es el cansancio, así que está tratando
de enseñar los diferentes estilos: braza, crol, espalda, buceo y, ante todo,
técnicas de relajación y confianza en uno mismo. De tal forma que pierdan ese
miedo y empiecen a disfrutar del agua y el nado.
Y después de las clases de natación y según se hayan
portado, les dejamos tiempo libre y les abrimos los toboganes para que terminen
la sesión con buen sabor de boca.
Pasemos ahora a hablar del taller
de Danza Urbana (Break Dance) que desarrollamos en el Centro de Formación de la
comunidad. Un taller que Miguel lleva a cabo los martes y jueves de 17.30 a
19.00 y que trata depropiciar
la participación de varios colectivos sociales y culturales de San José Las
Flores fomentando
una convivencia pacífica y de respeto por medio del baile.
Esta es la grabadora que nos prestan desde el Centro Cultural
La verdad es que ha habido muchos jóvenes que se han
interesado y cada semana están ahí para pulir los movimientos que ya saben y
empezar a aprender otros nuevos.
Nos gustaría decir que estamos enormemente agradecidos a la
alcaldía. En primer lugar por cedernos el espacio para realizar dicho taller y
en segundo lugar por regalarnos unos 14 chandals, los cuales salen del Proyecto
de la sastrería, que sirven para que todos los interesados puedan bailar
cómodamente.
* Tanto en el Club de Natación como en el Taller de Break, los interesados deben pagar 2 dólares al mes que van destinados al Turicentro, electricidad y al Centro Cultural.
Bueno, y además de todo eso, también participamos en
cualquier actividad que nos propongan tanto por parte de la escuela como de la
comunidad. Como por ejemplo, este convivio entre estudiantes que tuvo lugar en
Teocinte y que disfrutamos muchísimo, pues vimos a los estudiantes de ambas
escuelas enfrentándose en un partido de fútbol con el único objetivo de
divertirse y pasarlo bien.
* Es curioso que veáis como se me quedaron las piernas
después de arbitrar 3 partidos en un campo de arena que estaba perdido en mitad de la montaña y que parecía un horno...
"Hay crímenes que por su magnitud y crueldad sin
límites son difíciles de entender. Hasta el grado que tememos no ser creídos al
relatarlos. Es la sensación que tuve, cuando a algunos amigos les hablé de la
Masacre del Sumpul.
Este año, de nuevo, los sobrevivientes recordarán el hecho,
con un sacrificio enorme. El lugar de la masacre a las orillas del Sumpul sigue
siendo de difícil acceso. Es una caminata que agota la fuerzas. La hice, hace
30 años, pocos días después de la masacre. Fui guiado por un niño de doce o
trece años, gran parte de noche, dando sinuosos rodeos para evitar a los
militares, que impidiendo el acceso a la zona querían ocultar el horrendo
crimen.
Cada año, mientras caminan, los sobrevivientes cuentan lo
que vivieron. Miran las quebradas, donde ese 14 de mayo se escondieron. Los
lugares por donde corrían mientras los soldados les pisaban los talones. Los
recuerdos de ese horror siguen presentes en sus cabezas y en sus corazones.
Muchas noches, por muchos años, desperté sobresaltado
recordando a los muertos del Sumpul. Estas líneas son un homenaje a ellos, a
muertos y sobrevivientes. Un homenaje a quienes hoy caminan por esos parajes de
muerte. Sin querer olvidar y esperando siempre que se les haga justicia."
Gabriel Sanhueza, el hombre que fotografió por primera vez
la Masacre, en su Blog "Tintapensante".
14 de mayo de 2010
Un 14 de mayo, hace ya 35 años, ocurrió uno de los más
trágicos y sanguinarios capítulos de la guerra civil de El Salvador donde
perdieron la vida, a orillas del río Sumpul, en Chalatenango (frontera con
Honduras), más de 600 civiles inocentes en
manos del ejército salvadoreño.
Esta imagen muestra algunas de las escenas que sucedieron
aquél amargo día, las cuales aún hoy podemos escuchar contadas por algunos de
los pocos supervivientes de aquella masacre. Dicen que desde aquel día, el río
Sumpul cambió su color “a rojo sangre”.
Las historias oficiales de El Salvador y Honduras niegan que
esta masacre haya ocurrido, pero los sobrevivientes ahora cuentan la suya: la
historia de las víctimas de la masacre del río Sumpul, la primera gran masacre contra
civiles cometida por el Estado salvadoreño a inicios de la guerra.
* Documental: Las Aradas: masacre en seis actos
Pues como os decimos, este jueves 14 de mayo ha sido el 35
aniversario y allí hemos estado para hacer memoria histórica y compartir junto
con los habitantes del lugar, familiares, amigos y conocidos de personas que
perdieron la vida, un encuentro que se hace cada año en el lugar donde sucedió
este inhumano acontecimiento: la masacre del Sumpul.
Para llegar al lugar donde tuvo lugar la masacre tuvimos que
caminar durante algo más de una hora y media por una ruta que nos guiaba entre
frondosas montañas, caminos empedrados, subidas intensas, pequeñas quebradas…
una ruta preciosa que nos dio la oportunidad de conocer maravillosos paisajes
salvadoreños acompañados de gente local y escuchando historias sobre lo que
sucedió, ya que uno de los que iba con nosotros es un superviviente que perdió
gran parte de su familia aquel día.
Pues eso, una ruta realmente bonita y entretenida que
finalizó en el lugar de la masacre, lugar en el que pasamos la noche, pues nosotros
decidimos ir un día antes, una costumbre que aún algunos grupos de personas
siguen respetando.
Al llegar lo primero que hicimos fue buscar leña antes de que
cayera el sol y asentar el campamento, que básicamente eran 2 hamacas para
dormir y una gran lona impermeable para prevenirnos de la lluvia... que
finalmente no llegó. Tras el asentamiento preparamos una suculenta cena en las
brasas de la hoguera y nos pegamos un buen festín de carne junto a nuestros
amigos salvadoreños, los cuales siguieron relatando historias de aquel
inolvidable día. Nos hablaron sobre un pozo que vimos esa misma tarde a pocos
metros de donde teníamos el asentamiento, un pozo en el que los soldados
tiraron cerca de 200 cuerpos para intentar ocultar lo sucedido en aquel lugar.
Pasamos la noche en nuestras preciadas hamacas y con los
primeros rayos de sol nos despertamos para comenzar el día. A escasos metros de
nuestro campamento teníamos el ya antes mencionado río Sumpul, así que decidimos
bajar a darnos un buen baño mañanero.
Aquella zona delimita la frontera entre El Salvador y
Honduras, y teniendo la oportunidad tan cerca de pisar un nuevo país… cruzamos
el río.
A modo de anécdota, hubo momentos en los que nos encontramos
cada uno en un país distinto: "Tú en
Honduras y yo en El Salvador”.
Además de bañarnos en aquellas aguas que nos daban tanto
respeto por lo que allí ocurrió, estuvimos agarrando algunos pececillos con la
atarraya que nos sirvieron como desayuno.
Y pasados estos momentos, no tardaron en empezar los actos
del día 14, pues el lugar estaba a rebosar de gente. Comenzaron con un simulacro
que consistió en que unos cuantos hombres disfrazados de militares iban
lanzando petardos mientras avanzaban desde la ladera de la montaña hasta el
lugar donde ocurrió el gran exterminio. Después de este teatro empezó una misa
conmemorativa donde se recordaron todas aquellas vidas robadas y en la que algunos
sobrevivientes de la masacre contaron lo que recuerdan de aquel día.
A pesar de no ser personas de iglesia… hemos de reconocer
que aquella misa “poco común" fue de lo más interesante. De hecho, Miguel
participó en el momento de las ofrendas portando unas fotos donde aparecían
restos humanos (primeras fotos de la masacre tomadas por Gabriel Sanhueza,
mencionado más arriba). Como decimos, una misa campesina en la que tanto los
Padres como algunos sobrevivientes continuaron relatando los detalles de la
matanza.
Fue realmente duro escuchar lo que contaban, pues aquello
fue inhumano, y para entender y sentir lo que ellos sufrieron es necesario
hacer ejercicio de empatía. Entre lo que recordamos, podemos decir que el
ejército salvadoreño bajó por un lado de las montañas, por lo que la gente tuvo
que huir hacia el río, que ese mismo día había aumentado enormemente su caudal,
para intentar cruzar al país vecino, Honduras. Pero lo que no sabían es que al
otro lado se encontraba el ejército hondureño para devolver a su país a los
que, de milagro, lograban cruzar a nado el río tan bravo. Contaban que se
tenían que quitar a la gente de encima para poder salvar su propia vida. Y en
ocasiones esa gente podía ser tu hermano, tu madre, tu hijo...
También nos impactó muchísimo que el ejército
agarrase a los más pequeños y los lanzase al aire para ametrallarlos o esperar
a que bajasen para ensartarlos con las espadas. Que los militares les rajasen la barriga a las mujeres embarazadas y lanzasen los fetos al río. Que viejos, hombres, mujeres y niños rogasen clemencia porque ellos no habían hecho nada...
Al terminar el acto, recibíamos el agradecimiento de la
gente por acompañarles a este tipo de eventos en los que se recuerda
continuamente las trágicas anécdotas ocurridas en esta parte del país, las
cuales forman parte de su memoria, de su vida y poco a poco también de la
nuestra.
En memoria de todos ellos, de los muertos y de los vivos.
*Canción: Romeo Reyes - Sumpul
"Hombres, mujeres y niños suplicaron pero no, nunca fueron oídos"