Hemos pensado que después de 5 meses ya va siendo hora de que os hagáis una idea de nuestra tranquila y humilde forma de vida.
Para empezar, comentar que durante nuestra primera semana estuvimos viviendo en el Centro de Formación, en el cual hay habitaciones con varias camas, cuarto de baño, pila, pero nada de intimidad. ¿Por qué? Porque es ahí donde la directiva y otros colectivos se reúnen, donde se hacen actividades extraescolares (como el taller de Break, por ejemplo), donde se da la catequesis... así que, después de que Rafa (cooperante que estuvo aquí durante 7 meses) se volviese para España, nos mudamos a la casa de cooperantes, ya que su habitación se quedó libre.
Ya que habéis visto la pila, os enseñamos a continuación la mejora que hemos hecho con la ducha.
¡Cambo del guacal por una gran garrafa de agua! Exquisito.
Vamos a empezar por el "jardín", que más bien parecía un basurero y que como se puede observar en la segunda foto de esta entrada, no era más que un montón de arena y piedras. Sí, hablamos en pasado porque es lo que parecía, ya que decidimos arreglarlo un poco y hacer una pequeña área de siembra.
* La pequeña plantita que véis ahí, aunque no lo creáis, es la de tomate que nombramos ahora después.
No solo plantamos en el pequeño rectángulo, sino que nos hicimos con algunos guacales que había rotos por la casa y los utilizamos para sembrar frijoles y maíz. Poco a poco nos fuimos haciendo con más variedad de semillas (tomate, rábano, chile, pepino...), e intentamos hacer algunas mejoras, como por ejemplo, colocar una mosquitera para evitar plagas. Pero aún así, nuestra poca experiencia en el ámbito de la agricultura nos jugó una mala pasada, y por desgracia, perdimos algunas plantas...
Finalmente, después de tratar las plagas de gusanos y hongos, nos quedamos únicamente con el maíz, que no nos ha dado nada debido a la falta de espacio; los frijoles, que se han secado; una mata de pepino, que es lo que nos mantiene con una actitud positiva; y otra de tomate, que da unos tomatillos enanos y que va a invadir la casa entera de todo lo que crece.
Por otro lado tenemos a la gallina maldita, la cual está cuidando nuestra amiga More y ha dado huevos una sola vez. Después de horas y horas de debate, hemos decidido hacer con ella una sopa con nuestras colegas treintañeras.
D.E.P.
¿Qué más? Ah si, Sahara, la perra. Pues eso, Sahara es una perrita callejera que siempre ha simpatizado con los cooperantes, suponemos que porque son de los pocos que tratan bien a los chuchos de la calle... así que de vez en cuando se mete ella sola en casa y le servimos algo de comer.
Y para ir terminando, cabe decir que vivimos en la calle principal y que hay muchos ruidos (nocturnos y diurnos), por no hablar del chucho que tiene nuestra compañera de piso y que no para de ladrar!!! Pero con todo y con eso, somos felices, mucho, y de vez en cuando organizamos alguna que otra quedada con nuestros colegas y nos echamos unos ratos bien vergones!
Salud pues!!
Loca me he quedao con ese huerto!
ResponderEliminarVayan preparando unas pupusas!!!
jajajaja! Cuando vengas ya tendremos montada nuestra pequeña pupusería en la que solo serviremos pupusas de pepino y tomate :)
ResponderEliminarLo del huerto increíble. Entonces no conseguistéis domesticar al perro? jejejeje
ResponderEliminarjajajaj. Sé que no te lo vas a creer, pero sí, objetivo conseguido. Tampoco queremos que ande por la casa como si fuese un perro bonito y bueno, pero al menos hemos conseguido que deje de ladrarnos y, hasta en alguna ocasión, lo he sacado a pasear y hemos jugado y todo jajajajjaj
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